viernes, 7 de octubre de 2016

El mito de la caverna.

Por todos es conocida esta historieta de Platón, en la que relata la experiencia acerca de un experimento social.
De forma muy resumida, para los que no la conozcan, Platón, para explicar su mundo de las ideas y mundo material, usó una pequeña historia.
En ella, había un grupo de personas atadas a una pared dentro de una cueva, en la cual podían ver las sombras de objetos que iban siendo representados (como si del teatro de sombras se tratara).
Un día, liberan a uno y lo sueltan fuera de la cueva. Al principio, le cuesta asimilar cómo es el mundo, pero poco a poco lo va conociendo, y finalmente, tras comprobar que es mejor que la cueva, vuelve a ella para tratar de liberar a los demás. Sin embargo, ellos rechazan esa liberación.


Este texto se puede trasladar a casi cualquier ámbito en la vida: y tal vez podría usarse como una metáfora hacia la sociedad.

Sin embargo, el propósito de este texto es contestar un par de preguntas planteadas en una clase de filosofía. Dichas cuestiones eran las siguientes: "¿Creéis que se puede salir de la cueva?
Y ¿lo creía Platón?"

Sobre la primera pregunta, mi respuesta es contradictoria.
Sí y no.
Según Platón, lo que hay fuera de la cueva es todo lo creado por la idea del bien (mundo de las ideas). Y el principal propósito de salir de ella es "contagiarse" de la "verdad", es decir, conocer la verdad.
Por tanto, romper las cadenas y salir al exterior, lo que nos conduce es a librarnos de una falsa verdad, que asumimos como propia. Salir de la cueva nos da criterio.

Sin embargo, al salir de la cueva y romper con los criterios que habíamos establecidos como propios, empezamos a crear otros, basados en nuestra "verdad".
Por tanto, salimos de la cueva, pero entramos en nuestra propia caverna. Es decir, nos liberizamos del resto, pero nos esclavizamos con nosotros mismos (que no deja de ser parte de nuestra libertad).

A modo de resumen: salimos de la cueva del otro, pero entramos en nuestra cueva.
Así que, la finalidad que tiene el salir de la cueva, se cumple a medias, pues conocemos la verdad, pero esa verdad no es una verdad universal, es nuestra propia verdad.
Y esto es importante, pues aunque tratamos de ponernos de acuerdo, no considero que haya una verdad universal, sino una o una mezcla de varias, que prevalece sobre las demás acorde a unos criterios elegidos por personas que nos pueden o no representar.


En cuanto a la segunda pregunta, si Platón creía que se podía salir de la caverna; opino negativamente, o al menos, no todas las personas.
Es mucho más sencillo, creer que todo lo que te dicen es cierto, y opinar como el resto, o de forma similar al resto; que investigar tú o crear tu propia "verdad".
Por tanto, alguien saldrá, pero la inmersa mayoría no.
De hecho, el propio Platón define varios tipos de alma predominantes en los cuerpos. Unas encargadas de las defensas, otras del primer sector y otras de la enseñanza...
Sinceramente, creo que él pensaba que salir de la cueva era un privilegio solo al alcance de las almas racionales.

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