lunes, 15 de febrero de 2016

El sol.

Y tras una noche de tormenta amaneció. Primero en el cielo hubo unas nubes de incertidumbre, pero conforme avanzaba el día las dudas iban desapareciendo y el sol se fue poniendo en lo alto.
Pero rápidamente lo taparon. Estaba prohibido contemplarlo.

Día tras día el sol fue ocultado, haciendo visible una sociedad preocupada creerse las historias que decían que el sol era malvado. Sin embargo,  lo prohibitivo era atractivo y poco a poco un grupo de curiosos empezó a preguntarse por qué el sol estaba tapado, si era la cuna de la vida. Y descubrieron que tiempo atrás fue igual.
Los llamaron locos, los quemaron en hogueras y los metieron en la cárcel, pero eso solo consiguió que más gente dudara, ¿por qué nos tapan el sol?

La población se dividió, surgieron disputas y todo desembocó en una guerra. Los vencedores acallaron a los vencidos al grito de "la curiosidad mató al gato", y los taparon como al sol. Pero eran muchos, eran demasiados y tenían al aliado más poderoso, el sol.

Aunque el sol era bueno, las víctimas de la guerra hizo que los que tenían miedo de él lo rechazaran y odiaran. Sentimientos que aún perduran en aquella sociedad y que echan la culpa de sus problemas al sol.

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